ENTRE PALABRAS Y SILENCIOS

domingo, 17 de marzo de 2024

POESÍA ES EMOCIÓN

            Obra de Egon Schiele Liril 1911. Expresionismo austríaco





POESÍA ES EMOCIÓN

 

       La poesía no es una cuestión de palabras rimando en versos escritos al azar del momento, como los que compone un autor cualquiera para endulzarnos los oídos. La poesía va más allá de tendencias dominantes y lecturas canónigas que la santifican y debilitan, confundiendo la independencia y lucidez de quien la escribe y también de quien la lee. La poesía la forman fragmentos que se van componiendo y recomponiendo en el fondo del alma, para posarse cuidadosamente en cada palabra del verso con el fin de lograr que el resultado refleje el estado de ánimo de quien desea darla a conocer.

  Escribir poesía es una forma de enlazar sensibilidad con lenguaje, consecuencia de una metamorfosis personal que se produce pues el poema encarna la misma vida de quien la escribe. Solo hay que hacerlo respetando ciertas reglas, algunas objetivas, otras personales nacidas de la intuición rítmica, mental y estética que se posea para plasmar sentimientos, cimentando de ese modo la historia que se desee contar sin que nadie ni nada limite su libre expresión, algo que sí sucedía en siglos pasados obligados los poetas, si querían dejar oírse, a estar sujetos a la tutela de unos cánones establecidos como era el uso del verso alejandrino, del soneto, del romance y resto de modalidades con medidas fijas habituales hasta la aparición del verso blanco que dio libertad y ligereza al compás deseado. Hay que admitir la rebeldía de este tipo de hechura aplaudiéndola por necesaria, sin desechar las formas tradicionales del arte patrimonial que por valiosas y necesarias no se pueden dejar de valorar y de ningún modo perder ni dejar de escribir.

 Pongamos atención a lo que sentimos y deseamos decir, pues el poema es bello o feo, está lleno  de interés o carece de él, según quién lo tome y lea dándole o no sentido. En todo caso, los versos han de ser expresiones del alma, mensajes únicos escritos con esmero y aquilatamiento habiendo elegido cuidadosamente las palabras que hacen que emerja la emoción.



ARTE Y POESÍA III

©Teo Revilla Bravo  





jueves, 7 de marzo de 2024

PASARAN LOS AÑOS


"El tiempo" 2018. Pintura de la artista ucraniana Victoria Dubovyk






PASARAN  LOS AÑOS

 

Pasaran los años y la vida 

será punto irrelevante en la mañana,

nostalgia de  largo llanto,

ciclo de amor cumplido.

 

Será  memoria olvidada sin presente

ni futuro, cauce estrecho y seco de un río,

poema sin respuesta ni memoria posibles,

horizonte, horizonte, horizonte,

mudos versos en sueños perdidos.

 

Será la voz del afecto que deseé escuchar,

un vivir sin vivir que profesar,

un anhelo abierto sin estrechar ni luchar, 

ni embelesar, ni soñar ni  engranar, ni iniciar, 

insensible a las flechas que hacia mí  lance 

el arco hermoso del amor.


Pasarán los años y habré sido

—desaparecido espectador del mundo—,

ladera oculta, quimera de mil sueños,

labios borrados, flores, palabras, caricias,

desvanecidas en el limbo de un instante detenido.

 

Cientos de gaviotas se deshacen,

en la arena absoluta del olvido;

un viento sin luz cierra los ojos:

                                             quizás,

aleteando, esté solamente dormido.



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo






lunes, 26 de febrero de 2024

AMOR Y POESÍA

"Pareja abrazándose" Obra de Pablo Ruiz Picasso 2009.






AMOR Y POESÍA

 

El amor es una manifestación constante en poesía. Para sembrarlo, expresarlo, sentirlo y madurarlo, es el terreno propicio. El amor hace que nos movamos, que vibremos y agitemos con cada movimiento que produce, pues como la fe mueve montañas. Se trata de un impulso que no logramos controlar del todo, se presenta ante nosotros como uno de los misterios más grandes que podemos tener. Es un sentimiento relevante, un deseo innato de sentirnos complementados uno junto al otro. Para los amantes ya puede el universo entero derrumbarse, que ni lo sienten. ¿Es egoísmo el amor? ¿Es la reafirmación de uno en conformidad y equilibrio con el otro? ¿Es la negación de lo que creíamos ser para encontrarnos con lo que creemos poder llegar a ser? Por amor nacemos, vivimos y morimos, compramos flores, creamos música, pintamos cuadros, hacemos poesía, movemos el mundo. Encantar al ser amado día a día, es el objetivo para mantenerlo vivo. Cuando se consigue pareciera que se compensa y equilibra un mundo que a menudo se nos viene abajo, ya que la sensación que se percibe es grata haciendo asomar en nuestros rostros un fulgor especial.

El ejercicio poético, en cuanto al amor, es adiestramiento, constancia, desahogo; es poder reflejarlo de la manera más cierta y bella como si fuera una constante que no acaba nunca, pues en el amor como en las palabras no existe final. Borges decía que cada una lleva implícitas todas las demás. Explorando el cuerpo de la amada o del amado, se investiga el lenguaje, se conoce sus significados, se acarician sus formas, se escuchan sus sonidos, se sienten sus goces, se halla la manera de pronunciarse y de  habitar el lugar exacto que ocupar en la vida. El poeta une las palabras, las cose y embasta, las entreteje, perfila y afina. La palabra es la mano que explora, los labios que besan, la voz que susurra, el sexo que goza, el mimo que queda. Todo poema logrado se convierte en deseo, en sentimiento, en  pálpito que quema y aviva el alma. Si el corazón no vibra ni tiembla de emoción, no hay verso ni poema ni amor. Con cada pálpito escrito, creando la propia sinfonía, elegido el cuerpo y el alma donde voluntariamente quedarnos, lograrlo.  

El amor que genera poesía, está formado de aquello que decimos, y también ¡cómo no!, de lo  que callamos.

 


Barcelona. Mayo. 2015.

©Teo Revilla Bravo







jueves, 15 de febrero de 2024

ME CUESTA DECIRTE ADIOS

 


"Despedida" Óleo sobre lienzo de Max Beckmann, pintor alemán






ME CUESTA DECIRTE ADIOS

 

Me cuesta encontrar las palabras debidas, 

lo arrullante del goce que consuela ausencias 

desasosiegos y silencios instalados en el corazón, 

papel rasgado, desánimos que recorren acelerados 

el cuerpo para acobardar con dolor el ánimo.

 

Mis manos, mis labios, todos mis sentidos 

y latidos en la llorosa calma del jaspe inhabitable 

que me asiste hoy, dicen adiós a cada instante 

creando un horizonte de fatales e inevitables 

designios, necesarios pretiles para caminar 

orillando los abismos inevitables que produce 

a menudo la vida, mientras tropiezo, en orfandad 

y honda palpitación, con una pared donde solo 

veo malos entendidos entre existencia y muerte, 

complicándome las horas en torpezas y agrias 

soflamas de un luto que aún no debieran darse.

 

Me cuesta decirte adiós —póstumo cuerpo mío— 

yéndome momento a momento inmaduro de frutos 

camino de la muerte, aún no datada, parco 

y templado como un juguete de plomo

entre silencios, desórdenes rotos, y poemas intuidos 

que no logré ni lograré atrapar.

 

Que regresen las brisas del amor a contarnos, 

en íntima expresión, cosas hermosas al arrullo 

del sauce en el estío barruelanomúsicas que guarda 

encogido el corazón, baladas hermosas en el sosiego 

natural de la media tarde, cuando gozosos

tanteábamos con los cuerpos la soledad del mundo.


Aparecida como por encanto la luna, eras y eres 

entre los huecos del silencio que persigo o me persiguen, 

mujer, la voz amada —reverberaciones, prerrogativas— 

que siempre, acunando deseos, deseé retener.



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo





miércoles, 31 de enero de 2024

SER POETA

 


Luis de Góngora, poeta, 1622, pintado por Diego de Velázquez


     




SER POETA 

 

         La poesía hay que sentirla, intimarla, y ayudar en lo posible a que otros la sientan, gocen e intimen, es intentar trasmitir el sentimiento benefactor que  genera. De nada sirve escribir versos si no se retiene el trasfondo humano y se goza de la forma literaria que intenta el poeta transmitir. Sólo quien la reconoce dentro de sí con intensidad puede manifestarla y revelarla. El poeta, que es quien la escribe y posee el don de hacerla posible a otros al pasar por el tamiz de la propia inteligencia, ya que requiere un esfuerzo inexcusable en ese sensible sentido. Ser poeta es respetar el lenguaje, amar el idioma en el que lee y escribe, es también saber alentarlo para que llegue a otros, algo que se logra si se sabe considerar el silencio de donde emana todo arte, esfera íntima desde donde surge hacia fuera la sensibilidad artística.

¿Cómo acercar la poesía al lector? ¿Cómo hacerlo desde la misma niñez? Labor delicada ya que no se puede imponer ni hay normas concretas de cómo hacerlo; la mejor fórmula está en la intuición, más que en el estudio de cualquier tratado sobre ella. Imponer como enseñanza la poesía o cualquier otra forma artística a un niño, puede empeorar el intento de modo irreversible. Mandar leer a Quevedo a un joven de diez, doce, trece años, y obligarle a hacer un trabajo exhaustivo sobre lo que ha leído y entendido, no es la mejor manera de inculcarle valores poéticos, pues es probable que el resultado sea el contrario al pretendido y lo apartemos del objetivo, quizás para siempre. Ha de haber una acción lúdica, alentadora, donde se sienta cómodo; llegarle con la musicalidad y cadencia de los versos que emiten las palabras al ser recitadas, eligiendo un poema comprensible y ameno; Escenificarlo con gracia ritual y festiva es otra buena forma de llegar. Revitalizar los clásicos y hacerlos presentes es deseable, pero hay que dar con la clave ideal para hacerlo. Tomar unas décimas de Góngora y hacer sentir al joven que el pasado sigue vivo y no aburrido, es  una posibilidad que no hay que dejar de escapar por su  conocimiento y bien cultural.

La poesía debe ser sinónimo de vida y encuentro con la dicha interior. Para lograrlo hay que ilusionar, recitando, formulando el juego de la lectura, hallando versos ajustados a la edad que logren envolver al joven en la magia que todo arte posee. Las palabras en poesía necesitan ser mimadas, afiladas, lustradas, esculpidas. El poeta debe elevarlas del silencio interior, al desarrollo hechicero de la escritura y a  la eufonía que se deje sentir. Los poetas exploran fascinados por lo que descubren sea alegre o triste, respetuosos y creadores, pues intentan cruzar las fronteras que hay entre lo que la palabra dice y lo que calla y guarda.

La poesía es un tesoro de valores humanos benefactores e imprescindibles, que como todo arte forma parte de la esencia más noble y culta del ser humano.

 

Barcelona. Abril. 2015.

©Teo Revilla Bravo.


 





martes, 23 de enero de 2024

DEMASIADO RUIDO Y POCA HONDURA


El ruido de una época - Ethic : Ethic




 DEMASIADO RUIDO Y POCA HONDURA

 

Existe en la actualidad poética española —también en la narrativa—, imagino que pasará igual en otras partes y lugares del mundo con lenguas y formaciones literarias diferentes, demasiado ruido y poca hondura. La sociedad está necesitada de razones y  nobleza. La reflexión ineludible que todo ejercicio poético necesita, brilla por su ausencia: demasiada banalidad en torno a las redes. Y también a la hora de difundir obras que parece se hiciera para obtener solamente buenas ventas o envanecimiento de egos.

Por eso cuando nos acercamos a una obra íntegra, recuperadora de la palabra en toda su extensión y significado removiendo el interior del lector para acomodarse como parte de su propio ADN, toda emoción está garantizada, versos y escritos bucean por fortuna dentro del alma agitándola con nervio vivaz.

Se podrían escribir muchas páginas si nos detuviéramos en esta cuestión con tranquilidad, pues el tema siempre es de interés. No será ahora por mi parte. Lo escrito solamente es una llamada de atención al respecto, una pretensión de llamar la atención sobre el hecho de la banalidad existente a cuantos amamos la poesía que de verdad nace del alma.

Siento envidia sana de todos los buenos poetas actuales que leo, pues la poesía es una escritura de alta tensión emocional, espacial y temporal, siempre necesaria, capaz de hacer germinar en el buen lector todo tipo de emociones.

 

Diciembre del 2023.

©Teo Revilla Bravo





domingo, 14 de enero de 2024

ARTE Y SILENCIO

 


"Ella en silencio" Pintura de la bilbaína Amanada Proy Fernández







ARTE  Y  SILENCIO 

 

En silencio se piensa, se intenta conocer uno mismo, y también se crea. Las grandes ideas van acompañadas de silencios. El artista se aleja del ruido, para imaginar, sentir y obrar. Saber hablar y saber callar, es signo de inteligencia. Carlyle señalaba la grandeza de la Palabra (así con mayúscula), pero nos advertía que es más grande aún la virtud del Silencio. Que difícil resolver ese dilema cargados como estamos de ruidos externos, así como de internos como los que producen las dudas, los temores y recelos. Sólo el artista, el místico, el sensible, lo entienden, aunque entre silencio y silencio aparezca la pesadilla, el desorden mental, aquello que puede provocar un gran grito de angustia pero también transformarse en una genial obra de arte con conseguido tejido expresivo. El problema, es que cada vez hay menos traductores y guiadores de esos silencios, menos artistas y místicos que lo practiquen, menos poetas que se sirvan de él para alentar fecundos versos, menos  potencial humano siempre necesario.   

Una obscura sombra se pasea por la terrible conformidad recogiendo, en vano, un legado olvidado entre polvos de museos sin el calor efectivo de alma sensible que le dio vida: silencio artístico del destierro, nublado por la vaguería institucional de darle luz.

Hay que respetar el silencio, recoger la luz que nos proporciona. Pretender eliminarlo con falsos clamores, es una falta de respeto para el arte y la vida. La palabra del poeta y la obra de todo artista, nacen del silencio. 

Necesitamos hallarlo y respetarlo, pues lejos del impersonal ruido que inunda librerías, exposiciones, y actos de presentaciones con tanta vana cantinela (cada vez hay más ruido en torno al llamado arte, pues asistimos con acrecencia a lo que podíamos llamar  cultura del banal consumo), reside su valor y esencia.

Alejémonos de luces, artificios  y boatos, así como de quienes, prácticos y espurios, con ruido innecesario nos acallan y distraen con oropeles y  alegatos vacuos.

La lectura que hagamos de  la actividad artística, para que llegue, quede y cultive, necesita silencio.

 

Barcelona, 23 de abril de 2015.

©Teo Revilla Bravo.






jueves, 4 de enero de 2024

TÚ, AMOR

 


"Ayudame a volar"hermosísimo collage de la chilena-española Karyn Huberman. 2023.






TÚ, AMOR 

 

Hay que dejar reposar las señales,

buscar el silencio reconciliador

y que hable la poesía sublime

nacida de sensitivas complejidades.

Tú, amor, compones la historia

de esos versos —pasaderas de silencio—,

de hoy,  reclamos cercanos

y unívocos de fortaleza y templanza;

tú, amor, formas el poema preciso

y precioso que van escribiendo

los días instante a instante

iluminando —ecos de soles

y estelas—  nuestras vidas,

largo poema  que llega latente,

en primicia de versos como cuerpos

y almas,  respiro ardiente de nuestras

vidas en equidad de locuras,

poema que va penetrando en lo más

recóndito —casa, lecho, ardor, cuero

alma— de nuestros gestos y milagros.

 

Esas aves que duermen acopladas

a la suave albura de su cuidadoso

vuelo, parecen, amor, verlo y sentirlo.




BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo





lunes, 25 de diciembre de 2023

POESÍA Y MEMORIA

 


Obra de  Marc Chagall. Para él el arte era "Un estado del alma". Como la poesía...






POESÍA Y MEMORIA 

 

Si existe un camino de expresión literaria ligado al perfil individual, a la particularidad profunda y al ánimo transparente del escritor, ese sin duda es el de la poesía. Color y vida. En ella se revelan los entresijos más claros de la sensibilidad, nutriéndose de lo más profundo y sensible de la memoria humana. El poema mece las imágenes, las llena de belleza insoslayable, de la memoria de otros poetas, de la manera de entender el desarrollo de la propia sensibilidad, de la tradición de un patrimonio cultural  que por fortuna nos transciende, espíritu colectivo enraizado en un fondo revolucionario permanente. Todo pertenece a una memoria única evocada a través de símbolos, propiedad privativa de la poesía. Lugares, estados de ánimo, mitos, pasiones, solidaridad, vida, muerte. Transformación de la realidad protegiéndose de diatribas ajenas, de poesía, roma, materialista, simple, vulgarmente experimentadora y hueca, tan en boga hoy y siempre.    

La emoción poética no cobra cuerpo, ni es perceptible ni activa hasta que no encuentra una expresión definida en el ritmo, en el color, en el sonido, en la forma en cómo se usa la palabra, elementos que deben funcionar al unísono para ser relevantes. En realidad, el arte, todo arte sea cual sea, se vale de los materiales más sencillos que el artista tiene a mano. De ahí, desde la humildad de quien escribe, pinta, hace cine, música o lo que sea, hay que saber sacar expresiones convincentes, sean dramáticas, desgarradoras, coloristas, tristes, risueñas o felices. En tal caso, hablando del poema como chispa luminosa, significa que hay un hombre colocado en su tiempo con sus sentimientos —aquejado o gozoso buceando en su alma inquieta—, ante una circunstancia concreta que siente debe  desarrollar.

Originalidad compositiva, profundidad e inquietud existencial. Ambas virtudes, en la conformidad de la sustancia eterna —trascendencia metafísica—, han de ser evidentes en el poeta y en la profundidad universal del hacer de todo artista.

 


Barcelona, diciembre del 2023.

©Teo Revilla Bravo 





 


miércoles, 13 de diciembre de 2023

DESNUDO

 


"Sinuosidad" 1999. Obra de mi autoría. 




DESNUDO


Sobre tu desnudo cuerpo el beso

resbala feliz al igual que lo hace

la luz abriendo dormidas penumbras

sobre el doblado reverso de la noche

dejando ecos de amor y silencios.

 

Tu piel —término

atrayente, nupcias,

abrazos, sosiegos—,

me atrapa.

 

Qué secreto triunfo de dos

en clara armonía.

 

Hora en que la aurora se detiene

y serpea sobre la luz rutilante

de tus ojos, primicias de un instante

en que abobado te contemplo y retengo:

orgullo, sensibilidad, belleza,

mirada fluvial, rostro que día a día

vengo amando, dulce porvenir

de mares, bajel del último sueño,

gran privilegio de vida



BROTAN LAS PALABRAS

© Teo Revilla Bravo